Una mermelada inusual con un sabor vivo. El jengibre le proporciona un mejor sabor y la textura deliciosa es creada por la manzana debidamente molida.
Disfrútala como relleno de un pavo o pollo, como guarnición de un lomo de cerdo o para potenciar el sabor de un queso fuerte. Si quieres cambiar el sabor de un strudel de manzana, agrega esta mermelada y ¡verás la diferencia!